Hace un año vivíamos las primeras semanas de confinamiento. Estábamos empezando a adaptar nuestro proyecto educativo a la no presencialidad. Fueron muchas semanas de clases online, que se prolongaron hasta el final del curso. Al llegar septiembre hemos vuelto a clase. Pero… ¿Cómo lo hemos hecho? El estudio «Volvemos a clase» de la Fundación SM nos ayuda a saber cómo profesorado y alumnado han vivido el confinamiento y el regreso a las aulas.
El Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA), dependiente de la Fundación SM, ha realizado durante los primeros meses del curso 2020-21 un estudio sobre el impacto del confinamiento en la educación. A partir de cuestionarios para profesores y alumnado sobre diversas dimensiones ha elaborado tanto unas conclusiones generales como informes particulares por instituciones y por colegios. Han participado más de 160.000 alumnos y 20.000 profesores de 990 colegios públicos, privados y concertados. Este estudio ha sido coordinado por Álvaro Marchesi, catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid y que ha contado con el apoyo del Ministerio de Educación y Formación Profesional.
Los subrayados que ofrecemos a continuación están extraídos de las respuestas dadas por 5.165 alumnos (desde 4ºEP hasta Bachillerato y Ciclos Formativos) y 427 profesores de 16 de los colegios de la Fundación:
La relación profesor-alumno se ha visto reforzada:
Un 73% de los alumnos afirma haberse sentido apoyado por sus profesores durante el confinamiento, un porcentaje que se incrementa en los encuestados de Primaria. Y aunque una mayoría dice haberse manejado bien durante el tiempo de teledocencia, la mayoría de los alumnos han vuelto ilusionados al centro educativo y con ganas de aprender. Un 78% de ellos afirma que les ha gustado encontrarse de nuevo con sus profesores.
Además, un 92,2% de los alumnos de Jesuitinas encuestados en el estudio «Volvemos a clase» no querrían cambiar de centro después de la experiencia de confinamiento.
Los alumnos reconocen que ha sido una experiencia que les ha traído aprendizajes nuevos:
Los datos arrojados por las encuestas muestran que la experiencia de confinamiento, tanto a nivel emocional como de aprendizaje a distancia, ha sido más complicada según mayor la edad de los alumnos, siendo los de Bachillerato y Ciclos Formativos los más vulnerables.
A pesar de ello el 84% del alumnado asegura haber aprendido cosas importantes durante este tiempo: a darse cuenta de la importancia de saberse organizar, a entender mejor cómo aprende o realizar aprendizajes que van más allá de lo trabajado en las clases.
La situación ha reforzado la relación entre profesores
Un 90% del profesorado encuestado asegura haberse sentido apoyado por sus compañeros. También ha sido muy positiva la valoración dada al trabajo y apoyo del Equipo Directivo de cada centro. Todo ellos habla a favor de la comunicación, buenas relaciones y cultura existente en los colegios.
Ese apoyo ha sido clave para superar con responsabilidad, esfuerzo y eficacia la gran tensión emocional que ha supuesto para el profesorado este tiempo de confinamiento. A las diferentes situaciones y preocupaciones personales hubo que sumar la exigencia profesional de tener que adaptarse de la noche a la mañana a nuevas formas de enseñanza.
El confinamiento ha sido también una situación de aprendizaje para el profesorado:
Los profesores encuestados, tal y cómo hacían también los alumnos, reconocen haber sacado toda una serie de aprendizajes de este tiempo de confinamiento:
- El 87% de los profesores de la Fundación que han respondido a la encuesta reconoce haber aprendido nuevas estrategias de enseñanza.
- El 84% se ha dado cuenta de la importancia de la colaboración entre alumnos para el aprendizaje.
- El 77% se ha dado cuenta de la importancia de la personalización del aprendizaje.
- El 90% ha tomado una conciencia más clara de la importancia de los factores familiares en la enseñanza.
Todo eso lleva a que cerca de un 70% del profesorado a creer que durante este curso cambiará fu forma de enseñar.
Atención prioritaria a algunas dimensiones educativas:
Tras la experiencia del confinamiento, el profesorado ha tomado conciencia de la necesidad de prestar más atención a algunas dimensiones educativas, como son el cuidado del bienestar emocional de los alumnos, a la personalización del aprendizaje, especialmente para aquellos alumnos con mayores dificultades, a animar a los alumnos a esforzarse y ser responsables y a potenciar el uso de las tecnologías.
Con todo este bagaje, y sobre todo, con mucha ilusión tanto por parte de profesores y alumnos, se volvió en septiembre a las clases. Echar la vista atrás y analizar lo que hemos vivido y cómo lo hemos vivido nos ayuda a detectar necesidades, expectativas, deseos... Así, gracias al estudio «Volvemos a clase», podremos seguir proyectando, impulsando formaciones y realizando cambios metodológicos que nos ayuden a mejorar la calidad de la enseñanza y a que todas las personas de nuestras comunidades educativas continúen creciendo como personas autónomas, creativas y comprometidas.